La llegada de los filibusteros a Nicaragua se produjo en un período de anarquía en el país durante las primeras décadas de vida independiente y en medio de la guerra civil protagonizada por los ejércitos integrados por democráticos y legitimistas.
En estas circunstancias, el estadounidense Byron Cole firmó en mayo de 1854 un contrato con el gobierno nicaragüense provisional democrático, encabezado por Francisco Castellón, para conseguir como refuerzo a 200 mercenarios en California, a cambio de tierras en Nicaragua.
El contrato lo firmó Castellón luego de ocho meses de cruentos combates tras los cuales no podo derrotar al otro ejército del país integrado por legitimistas y encabezado por Fruto Chamorro.
Posteriormente, Cole traspasó el contrato a Walker, que a la cabeza de 55 filibusteros llegó a León, occidente de Nicaragua, el 17 de junio de 1855.
El filibustero encontró una situación favorable para sus planes personales para crear un imperio con esclavos en Centroamérica por las divisiones que existían entre los militares nicaragüenses.
Walker que fue médico, periodista, abogado, militar y aventurero nació en Nashville, (Tennessee,EEUU) el 8 de mayo de 1824, y con sus expediciones pretendía conquistar Centroamérica y anexar a esta región con el sur de los Estados Unidos.
William Walker y sus filibusteros logró apoderarse de Granada el 13 de abril de 1855, donde unió a los dos ejércitos, democrático y legitimista, bajo su mando, y como Jefe del Ejército de la República alcanzó pleno control del país.
En unos comicios que convocó y que fueron una farsa, realizados entre el 22 y 24 de junio de 1856, Walker se declaró ganador y se hizo proclamar presidente de Nicaragua y tomó posesión el 12 de julio de ese año.
Según el profesor de historia nicaragüense Eduardo López, Walker quería hacer cumplir la doctrina del Destino Manifiesto, filosofía que explica la manera en que Estados Unidos entiende su lugar en el mundo y se relaciona con otros pueblos.
Ante la amenaza de Walker, los jefes de los democráticos y legitimistas de Nicaragua pusieron fin a la guerra civil con el llamado Pacto Providencial el 12 de septiembre de 1856, y dio inicio la guerra nacional, que fue respaldada por los ejércitos de Centroamérica, contra el filibustero que concluyó con la rendición de éste el 1 de mayo de 1857.
A pesar de la derrota en San Jacinto, Walker continuó con otras expediciones, siempre con la pretensión de apoderarse de Centroamérica.
Walker hizo tres expediciones para recuperar el poder perdido: la primera en la que encalló en un arrecife de coral en Belice el 16 de diciembre de 1856 y la segunda que desembarcó sin éxito en San Juan del Norte (Nicaragua) el 25 de noviembre de 1857.
El tercer intento del aventurero fue en Trujillo (Honduras), pero fracasó y fue fusilado por soldados de ese país el 12 de septiembre de 1860.
La batalla de San Jacinto, constituye uno de los hechos mas trascendentales de la guerra nacional contra Walker, apoyada por militares centroamericanos, posterior a la independencia de Centroamérica de España el 15 de septiembre de 1821.
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